DOBARGANES

UN PUEBLO ADMIRABLE

SEIS FAMILIAS

CONSTRUYERON UN EMBALSE DE SETENTA MIL METROS CÚBICOS PARA TRIPLICAR SU PRODUCCIÓN DE CARNE Y LECHE

A NOVECIENTOS METROS DE ALTITUD, BAJO LOS PICOS DE EUROPA, DOBARGANES RENUNCIÓ A DESAPARECER

Cuando el monagenario, Gregorio Bedoya, cuando murió, desapareció del pueblo el que más sabia de los sueños de su generación; esto es, la construcción de un embalse en un plano superior al casco urbano para poder erradicar, definitivamente, la sed del ganado y salir, de una vez para siempre, del subdesarrollo, malita flor excesivamente extendida en el jardin de la Alta Liébana. Gregorio recordaba muy que desde el siglo XVII, según él habia siempre escuchado de sus mayores, la aldea estuvo habitada por ocho familias, hasta que, hace sólo un par de décadas, dos de ellas no aguantaron más y partieron para la emigración.

La verdad es que, situado a 900 metros de altitud sobre el nivel del mar, en una cota que regrista cinco meses de invierno, incomunicados por carretera, sin haber visto jamás llegar vehiculo  de cuatro rueedas hasta sus casas. Dobarganes, idilico pueblo de los Picos de Europa, sólo se ha salvado de la desaparición del nomenclátor provincial gracias al tesón y la voluntad de sus habitantes. Paradójicamente, en el curso de este último bienio se ha convertido en un ejemplo de tenacidad que la Fería Técnica Internacional de la Maquinaria Agrícola, de Zaragoza, acaba de reconocer adjujudicando a sus habitantes el premio del concurso nacional de mejoras de desarrolo comunitario. El hecho de que al certamen se presentaron expedientes de 15 provincias españolas demuestra que ninguna otra comunidad del país ha emprendido "per cápita" tantas obras para salir del subdesarrollo y tomar el ansiado sendero del progreso.

DIEZ MILLONES ENTRE SEIS

Que seis familias de muy modesta economia- mitad socialistas, mitad centristas- lleguen a semejante consenso pensando en su promoción puede constituir un hecho insólito en la geografía española tan rica en suspicacias, envidias y recelos. Los "seis de Dobarganes", en el curso de los últimos años, han impulsado obras de carácter comunitario por valor de 10 millones de pesetas que, en muchos casos, llevaron a cabo con sus propios brazos. Se trata de instalar el teléfono, de construir nuevas redes de saneamiento, impulsar el nuevo abastecimiento de aguas y desarrollar el plan de electrificación; simultáneamente, de pavimetar las calles convertidas en un lodazal, trazar nuevos caminos, construir muros para evitar la erosión y, sobre todo, abrir el enlace con la carretera general que, dos kilómetros más abajo, comunica Potes con Santander a través del inefable puerto de San Glorio, el más alto de Cantabria.

MONUMENTO AL OSO

TODO NUEVO

Gregorio Bedoya, el nonagenario desaparecido, sólo asistió a los primeros movimientos de la maquinaria pesada que IRYDA concentró en la zona para echar una mano a estos campeones de la tenacidad comunitaria que son los seis vecinos de Dobarganes; la carretera, de amplias curvas, presupuesta en 20 millones de pesetas, no exige ya la evacuación, de los enfermos sobre unas parihuelas; el reloj electrónico regula el abastecimiento de la luz y en la calva de un fresco bosque de robles, allí donde siempre habían pensado, el paisaje ha cambiado radicalmente con la construcción del embalse de 70.000 metros cúbicos que acabará para siempre con la sed del ganado, permitirá triplicar la producción de carne y leche y hasta futura instalación turística.

Para Gonzalo Gomez

uno de los corajudos ganaderos de Dobarganes, las penurias pertenecen ya al pasado, "Ya hace años quisimos asociarnos y convertir en una las propiedades de los seis. Valorariamos las fincas, nos adjidicariamos unos sueldos y repartiriamos los beneficios de acuerdo con la inversión de cada uno. Al final, los estatutos no puidieron ser firmados. Pero la realidad actual nos hace olvidar aquel fracaso". Fue aprovechando el ir y venir de los "bulldozers" trabajando en la apertura de la carretera cuando, en el verano pasado, los "seis de Dobarganes" decidieron requerir la ayuda de los ingenieros de IRYDA, que están cambiando de piel a Liébana, sobre la posibilidad de construir un embalse para poder regar más de 300 hectáreas de prederias aniquiladas durante siglos a partir de la primavera. "Porque aqui, donde ahora contempla este verdor-se explica Manuel Gutierrez, otro de los lugareños-,el clima es atroz para intentar una explotación  racional del campo. Mientras por allá abajo (refiriéndose al litoral) se registran precipitaciones anuales de 1.700 milímetros, aquí no se superan los 500. En invierno, sín embargo, la nieve puede hundir los tejados si no se espalea a tiempo"

LA AVENTURA DEL EMBALSE

Así que los ingenieros de IRYDA, a quienes la construcción de un embalse bajo Pico Jano, a 1.500 metros de altitud, no les pareció una quimera, se pusieron a realizar los pertinentes estudios geológicos y las correspondientes calicatas. De entrada habia que olvidarse de una presa  de hormigón, porque en Liébana, que viene del cuatenario carbonífero, las montañas todavia se "mueven". El cemento no tiene, en estas alturas, la resistencia de la arcilla compacta. Así las cosas, siguiendo el ejemplo de muchas obras similares realizadas últimamente en Canarias y Andalucia, había que aprovechar las grandes reservas de arcilla halladas bajo el gran bosque de robles, en cuya oquedad los  vecinos habían siempre considerado posible el almacenamiento de las aguas.

PICO JANO

En el curso de los últimos meses, un gran movimiento de maquinaria pesada, camiones y rodillos especiales puso en marcha la obra. Quince mil toneladas de arcilla compacta han servido para construir la presa de 70 metros de anchura y unos 40 de base. El muro que contornea este embalse de 15.000 metros cuadrados de superficie es tan sólido que, en opinión de los autores del proyecto podría  aguantar quince veces el máximo empuje de las aguas embalsadas. Semejante testimonio de la ínventiva popular, sólo ha costado a sus promotores tres millones de pesetas más las subvenciones oficiales.

Para Miguel Alonso, todo va a cambiar a partir de la ínminente primavera: "Entre los seis reunimos 130 vacas y 200 ovejas. En Mayo podíamos producir unos 300 litros de leche por jornada, pero al llegar los calores y agostarse las praderias la cifra descendía considerablemente. Pero la sed ha terminado para el ganado y para nosotros. El futuro nos pertenece".

Vale la pena ascender

a Dobarganes para oir el rumor de semejantes brisas de esperanza y superación. Un cúmulo de sensaciones inéditas embarga hoy a las seis familias que esperan la llegada de la primavera para confirmar que todo ya será distinto. Entre aquéllas figura, como una hermosa cantilena, el horrisono clamor del pecadero  que sube, por primera vez, a ofrecer sus productos a estas gentes. Hasta ahora, con el macuto a la espalda, por la misma senda de las urgentes evacuaciones de los enfermos y las mujeres listas para dar a luz, sólo los tenderos se atrevían a escalar.

Gumersindo Dobarganes ha visto claro el futuro que ya comienza y durante estos meses, trabajando con sus hijos  y contando con la ayuda de sus convecinos, ha construido un establo de nueva planta que tiene, en la parte superior, habitaciones abiertas a la grandiosa perpectiva del

BISTRUEY

 y otros gigantes de la orografía comarcal. " Aquí pienso estabular cincuenta cabezas de ganado, porque  atender a su alimentación ya será posible". Todavía sin ocupar por las reses, mientras fragua el hormigón, la enorme cuadra con las pesebras construidas de roble no recuerda en nada las ínstalaciones al uso. Y es que, a partir de ahora, todo será distinto para este pueblo cuyos habitantes no quisieron verle desaparecer como tantos otros del Sur de Cantabría, ímpelidos a la emigración. Cinco cortes de alfafa piensan asegurarse, a partir de esta primavera, los ganaderos de Dobarganes, que hasta ahora sólo tuvieron uno. Una tubería general descenderá el agua desde el embalse hasta sólo tuvieron uno. Una tuveria general descenderá el agua desde el embalse hasta el núcleo del pueblo. Su considerable presión permitirá el uso de aspersores tipo cañon que pueden enviar el líquido hasta una distancia teórica de 100 metros. Ello desde abril a octubre, los cortes del forraje se producirán cada tres semanas. El ganado estará, pues, suficientemente alimentado y la despensa de cada casa se encontrará bien dotada de productos hortícolas, lo que hasta ahora resulta ímpensable dao el rigor de la sequia. El artesonado de las cocinas es el mismo en una época del año, recién terminadas las matanzas; los sabrosos jamones de los cerdos lebaniegos penden del techo junto a otros productos de la misma procedencia. La tertulia de los muy hospitalarios habitantes de la Alta Liébana se hace, cada noche, en una casa distinta, acabados los trabajos del día. Socialistas y centristas se respetan en Dobarganes ideas que, por otro lado, no tratan de ocultarse. De política aqui no se habla, pero si del futuro. Lástima que el viejo Bedoya no estuviese aquí esta primavera para contemplar las inclinadas praderias del término convertidas en un mar de alfafa. Tal como él habia soñado siempre.

Jesus Delgado