"Tenemos un equipo olímpico muy potente, me atrevería a decir que el mejor de la Historia de España"
JAN ABASCAL
17-05-2008 12:00:00
Paula Celis López - Alejandro Abascal, "Jan", nacido en el tradicional barrio santanderino de San Martín, ha vivido, desde su nacimiento, entre barcos y, como no podía ser de otra manera, dirigió su carrera profesional hacia la vela, en la que consiguió, en las olimpiadas de Moscú ’80, la primera medalla de oro para el deporte español. Ahora es el director de la preparación olímpica española de vela.
C.L.-
¿Cómo se inició en el mundo de la vela?
J.A.- Fue hace mucho ya, cuando tenía nueve años, por
casualidades de la vida. Mi padre era carpintero y construía
barcos de todo tipo, principalmente para los pescadores de San
Martín, pero también hacía barcos de vela. Entonces no había
tantas facilidades como ahora, pero yo, como es lógico, tuve un
acceso sencillo a este deporte gracias a él, que me “empujó”.
C.L.-
Ha participado en 3 Juegos Olímpicos y logró, junto a Miguel
Noguer, la primera medalla de oro olímpica para el deporte
español en Moscú ’80. ¿Cómo fue el cambió de competidor a
preparador?
J.A.- Hay que ser conscientes de que todo tiene
un principio y un final y saber estar siempre en el lugar que
corresponde, también en la retirada. Es un cambio que no se hace
en un día. En mi caso siempre me ha gustado la enseñanza, ya
durante mi época de regatista compaginé la competición con el
entrenamiento de otros equipos e incluso he participado siempre
en los planes de formación de la Federación Española. Por ese
motivo ya llevaba un buen bagaje en ese aspecto, así que, cuando
llegó el momento de dejar de competir, pensé que era una buena
opción mostrar todo lo que yo había aprendido. Lo que está claro
es que para ser profesor hay que tener vocación, paciencia y
saber transmitir.
C.L.-
Recientemente han presentado el equipo olímpico español de vela.
Como director de preparación olímpica de la Real Federación
Española de Vela, su objetivo es lograr los mejores resultados
en los juegos de Pekín. ¿Hay posibilidades reales de traer una
medalla a España?
J.A.- Sin duda, yo creo que tenemos un equipo
muy potente, me atrevería a decir que el mejor de la Historia de
España: bueno, joven y con representación en muchas categorías,
lo que da unas posibilidades amplias de éxito. Además, en estos
últimos 4 años todos o casi todos han conseguido grandes éxitos.
De las 10 clases en las que participamos en 5 han sido podios en
los campeonatos del mundo, con lo que teóricamente debería ir
bien. En la clase Yngling –femenino de 3 tripulantes- son
campeonas del mundo y de Europa, en Tornado dos veces campeones
del mundo, el 49er es oro olímpico y campeón de Europa, en el
470 femenino hay una plata en Atenas, el Finn ha sido plata en
Atenas y en tablas –windsurf- tenemos a la primera del ranking
mundial.
Yo creo que tenemos un equipo muy completo con un nivel medio
muy alto y nuestros regatistas se merecen venir con alguna
medalla. Sé que no es posible que todos vengan con medallas pero
se las merecen. El objetivo al empezar la preparación era
conseguir una medalla, pero viendo los resultados en los
campeonatos, se puede pensar en dos porque, además, hemos sido
los primeros del ranking mundial durante bastantes meses.
C.L.-
¿Cómo se ve desde un equipo olímpico la polémica sobre la
elección de Pekín como sede de los Juegos Olímpicos?
J.A.- A mí el hecho de plantearse querer o no querer ir
me parece una estupidez, pero no deja de darme pena ver que haya
lugares en los que no se permita a sus ciudadanos actuar con
libertad. En un país como China, que tiene muchos problemas y en
el que los derechos humanos no son todo lo respetados que
deberían, hay acciones que podrían permitir mejorar la
situación. La celebración de unos Juegos Olímpicos podría ayudar
a mejorar la situación ya que el deporte aglutina a toda clase
de personas y favorece la convivencia entre diferentes culturas.
Creo que las presiones deberían ir por otros lados, no por el
tema deportivo. Sinceramente, deseo que China pueda desarrollar
los Juegos dignamente y que sirvan para que avancen en el tema
de los derechos humanos porque, a pesar de ser un país muy rico,
hay demasiadas miserias.
C.L.-
¿Qué le gusta más ganar o hacer que los suyos ganen?
J.A.- Por supuesto, ganar, pero a mí ya se me paso la
época. Las dos cosas son muy satisfactorias. La sensación de
ganar es algo muy fuerte pero cuando te dedicas a entrenar
vuelves a revivir en otros lo que antes has experimentado.
Además, es muy satisfactorio ver que lo que uno enseña se aplica
y se consiguen buenos resultados.
La suerte en el deporte prácticamente no existe, hay momentos de
mala suerte en situaciones muy concretas pero la suerte se la
crea cada uno.
C.L.-
¿Cómo es el día a día de la preparación para participar en unos
Juegos Olímpicos?
J.A.- Nosotros llevamos trabajando casi 4 años, desde
que acabaron los de Atenas, y en este tiempo hemos hecho un poco
de todo.
El día a día de un deportista olímpico lo es todo, porque hay
prácticamente dedicación plena a su deporte. Se trabajan 5 o 6
días a la semana y entre preparar el barco, pruebas de material,
gimnasio, fisio, salidas al mar, etc., tienen ocupadas todas las
horas del día.
La ventaja que tenemos en este nuevo centro es que el ambiente
de equipo es muy bueno, algo que no había existido en otras
ocasiones por el hecho de estar cada uno en una punta de España.
Está claro que esto ayuda a que los resultados sean mejores.
Además, bastantes de ellos lo compaginan con los estudios, con
lo cual el día se hace bastante corto, faltan horas. Nosotros
les animamos a que sigan estudiando porque, a la larga, la
formación es lo más importante por lo que no nunca deben
dejarlo.
C.L.-
¿Cuándo se fundó la Institución?
J.A.- El CEAR comenzó a funcionar a finales de 1995. En
un principio funcionaba como Escuela Municipal de Vela, como
centro de formación de técnicos y como base de entrenamiento de
equipos nacionales. Sin embargo, enseguida empezaron a llegar
equipos olímpicos, primero el 49er y el Tornado, y comenzó a ser
un Centro de Alto Rendimiento y desde ahí, a partir de 2005, es
la base de entrenamiento del equipo olímpico español.
C.L.-
¿Cuál es su misión?
J.A.- Aquí hacemos un poco de todo. Ahora mismo
contamos con todo lo necesario para que alguien que empiece a
navegar pueda seguir todos los pasos para llegar a formar parte
del equipo olímpico: tenemos la escuela de vela de iniciación,
la escuela de regatas donde enseñamos a competir, los equipos
que compiten y el equipo olímpico.
Esto es muy bueno porque cada uno se puede ver en el paso
siguiente. Además, para los más jóvenes es una gran motivación
poder ver paso a paso la evolución y estar junto a los
deportistas olímpicos.
C.L.-
¿Qué actividades realiza y cuáles tiene pendientes de realizar
de cara al verano?
J.A.- El CEAR tiene la faceta del entrenamiento
olímpico y la faceta de la escuela de vela en verano, en la que
hay un elevado número de personas. Por las inscripciones que
llevamos en este momento, es fácil augurar un lleno en la
escuela como cada año.
Este año, el equipo olímpico estará al completo en China, por lo
que no va a haber ningún tipo de interferencias.
C.L.-
¿Cuáles son sus instalaciones, sus barcos, su material?
J.A.- Tenemos mucho material y muchas embarcaciones.
En el tema de enseñanza tenemos todo lo necesario para poder
desarrollar las tareas de la instrucción en todos los niveles:
empezamos con barcos de grupo y, según las preferencias de los
alumnos, pasamos a barcos solitarios o a barcos de dos
tripulantes.
En cuanto a la competición, aunque a algunos les dejamos barcos
nuestros, la mayoría de los regatistas tienen barcos propios.
C.L.-
¿Cómo valora las instalaciones del centro de Santander?
J.A.- Para mí son espectaculares y eso que conozco las
de medio mundo. Tenemos unas instalaciones singulares porque no
hay unas tan buenas. Creo que son muy prácticas y que tienen
todo lo necesario. Los problemas son principalmente de espacio
cuando el volumen de actividad es tan grande y eso que el año
pasado hicimos una ampliación, porque con la llegada del equipo
olímpico hacía falta más sitio para ellos. Está claro que a más
medios mejor preparación. Como asignatura pendiente quizá
pondría la investigación, que es algo muy costoso y a largo
plazo, pero necesario.
C.L.-
¿Tiene el CEAR capacidad para atender todas las solicitudes que
se le presentan?
J.A.- A nosotros nos gustaría atender a todo el mundo,
pero tenemos un número de embarcaciones limitado y las
instalaciones también tienen unas dimensiones justas, por lo que
nuestras actividades también tienen que tener un número
limitado.
Desgraciadamente sí es verdad que a veces tenemos que decir que
no porque no hay plazas. Normalmente el problema está en que la
mayoría de gente quiere las mismas fechas, aunque también es
cierto que solemos tener lleno absoluto siempre.
Por un lado es satisfactorio estar lleno pero por otro gustaría
poder atender a todo el mundo y llegar a más gente, pero lo que
está claro es que hay lo que hay y a pesar de esas pequeñas
cosas somos unos privilegiados y no creo que podamos quejarnos
mucho.
C.L.-
Las ayudas que recibe el CEAR ¿son suficientes para mantener el
nivel que necesita?
J.A.- Como siempre, con más ayudas se pueden hacer más
cosas y siempre se puede mejorar la calidad. Pero creo que
tenemos que estar contentos y agradecidos.
Ahora, la instalación es propiedad de la Real Federación
Española de Vela por lo que tenemos subvenciones importantes del
Consejo Superior de Deportes tanto para el equipo olímpico como
para la propia instalación. Contamos también con el apoyo del
Gobierno de Cantabria, de la Autoridad Portuaria, del
Ayuntamiento de Santander. Además tenemos colaboradores
importantes como Central Lechera Asturiana patrocinador de la
federación, la Mutua Montañesa donde se llevan los temas médicos
del equipo, el centro regional de medicina deportiva donde se
realizan las pruebas de esfuerzo y el Gimnasio Valdesport donde
complementan su preparación.
C.L.-
¿Qué les diría a aquellos a los que les gustaría probar pero no
saben ni por dónde empezar?
J.A.- Hoy en día las cosas son muchos más fáciles,
cuando yo empecé no había manera de aprender, por no haber no
había ni escuela de vela. Actualmente todo el mundo puede llegar
a navegar, lo de tener un barco después ya es otra cuestión,
aunque tampoco es tanto como la gente cree, es bastante más
accesible, sobre todo en los barcos de vela ligera. Yo les
animaría a que viniesen a nuestras instalaciones de Puertochico,
se informasen y probasen. Pueden probar muchas cosas y decidir
lo que más les gusta.
Lo importante es animar a los jóvenes a que practiquen deporte,
el que sea, porque es una escuela de vida muy buena.